Pocos goles, muchos fallos en ataque, y el Ademar «entregando la cuchara» en los últimos instantes ante un Nava que se mostró más sólido en los sesenta minutos de partido. Eso es lo que se vio en el pabellón Felipe Miñambres.
Astorga volvió a abrir las puertas de par en par al balonmano. Este le correspondió con un duelo igualado en los primeros instantes del mismo, pero a medida que el crono avanzaba, la balanza se inclinaba para el cuadro de Nava de la Asunción.
Ambas escuadras se presentaban con varias bajas. Los de Dani Gordo echaron mucho más de menos a las suyas. Fue un partido extraño, en el algunos momentos feo, donde nunca fue capaz el Ademar de llevar el ritmo de partido.
El Nava entró en los últimos instantes del duelo con ventaje suficiente para lograr el triunfo, pero se complicó la vida. Aún así, de nuevo los leoneses se encontraron con los palos o la portería.
Lo peor, el resultado. Lo mejor, que se trataba de la pretemporada.
El próximo fin de semana arranca la hora de la verdad en Cangas. El concurso de todos es necesario. La duda es si llegará Gonzalo Pérez.