Hay partidos y partidos. Visitar la cancha del Genil nunca es fácil. Son partidos que no se resuelven hasta un apretado final y en lo que puede pasar cualquier cosa.
El Ademar sabía de estas circunstancias y quiso imponer su ritmo desde el primer instante. Durante la primera parte, la aportación de Said y los hermanos Rodrigo y Gonzalo fueron claves para llevarse el parcial de los treinta primeros minutos.
Los andaluces se desinflaron en la segunda mitad. Rodrigo manejaba como quería al equipo y Saeid se mostraba insuperable.
Los cordobeses no encontraban solución y eran incapaces de anotar. Daba la impresión que el partido estaba visto para sentencia.
Así fuel. Los de Dani Gordo se dieron un paseo triunfal en los últimos instantes, sin dar ningún tipo de opción a su enemigo. Ahora toca penar en Suiza y Jusn Castro.

