Un derbi significa mucho más que un partido normal, aunque normalmente los que lo pierden lo niegan y lo califican como «un partido más».
La Cultural necesitaba el triunfo ante la Ponferradina y lo consiguió. Lo basó en un compromiso sin límites y en un mantener un ritmo muy vivo en todo momento.
Esas características en el juego, unidas a minimizar los errores y aguantar con mucha cabeza los intentos bercianos por llevarse la contienda, fue clave.
A cinco minutos estaba todo en el aire. La Cultural mandaba por 9, pero la defensa visitante era muy agresiva (88-79). Eran momentos en los que los errores se iban a pagar de forma definitiva.
El speaker se dejaba la voz para animar a casi tres mil espectadores. Luego, canasta blanquiazul y sólo tres minutos y medio por jugar (92-83).
Tiempo muerto de Luis Castillo. Un triple visitante y a seis (94-88). Reacciona la Cultu también con un triple, este desde un lateral (97-89). El crono no para. 1:24.
No va más. La Ponfe pisa los talones de la Cultural (97-93). Entonces, aparece la mejor versión de los de Castillo y anotan. (99-93 y nueve segundos). No hay tiempo para más.
