Esta vez no pudo ser. El Atlético Astorga cayó ante el Mirandés en la Eragudina en los lanzamientos de penalti y no podrá disfrutar de un Primera División como sucediera hace dos temporadas.
En aquellas logró vencer al Andorra de Piqué y el bombo hizo que el Sevilla de Sergio Ramos aterrizara en la capital maragata.
El Atlético Astorga cuajó una gran primera parte. Aguantó sin problemas las acometidas de un rival de Segunda A, pero no encontró la forma de hacer gol.
El Mirandes, sumido en una crisis que le ha llevado a ocupar posiciones de descenso, no fue mejor que en la competición que de verdad le importa, la Liga.
Aún así, dispusó de una gran ocasión. Fue en el minuto 38 y el zapatazo de Petit estuvo a punto de ser el primer gol del partido.
El Mirandés marcó a la altura del 56 de juego. El tanto hizo mucho daño a un Astorga que se veía con la obligación de remontar para no quedar eliminados.
A falta diez minutos y con cero a uno en el marcador, los locales decidieron jugársela el todo por el todo. Salió bien el plan de Lago y el tanto del empate llegaba en el último minuto de partido. El encuentro se iba a la prórroga.
No se movió el marcador en la prórroga. Todo quedaba para los lanzamientos de penalti. La justicia o justicia del deporte. Un cara o cruz en el mundo del fútbol.
Ivi Vales fallaba el primer penalti y Adri Álvarez el último. Irónico lo de este último. De marcar el gol del empate, a fallar el lanzamiento decisivo.

